miércoles, 1 de abril de 2009

Los datos del VPH podrían ayudar a mejorar la efectividad de la vacuna
Un estudio halla que la mayoría de los cánceres de cuello uterino provienen de cepas que cubre la vacuna
El aumento de la actividad sexual aumenta la necesidad de una citología. El riesgo de una mujer de adquirir el virus del papiloma humano (VPH), que puede causar cáncer de cuello uterino, aumenta cuando se incrementa la actividad sexual. Las mujeres que no tienen relaciones monógamas, aún si usan condón, deben someterse periódicamente a citologías.
La vacuna contra el VPH no reemplaza las citologías. La vacuna sí ayuda a proteger de alguna manera contra el cáncer de cuello uterino, pero no contiene todos los tipos del virus. Tampoco protege contra otras enfermedades de transmisión sexual.
Prepárese para una citología Esto incluye evitar las relaciones sexuales, las duchas o los medicamentos vaginales, las espumas espermicidas, las cremas o los geles durante las 48 horas anteriores a la prueba. Además, las mujeres que tengan flujos menstruales superiores a lo usual deben reprogramar la prueba.
El cáncer de cuello uterino se puede adquirir a cualquier edad. Aunque adquirir este tipo de cáncer después de los 65 es poco común, las mujeres mayores sexualmente activas de todos modos deben hacerse una citología anual si no están en una relación monógama.
Hay pruebas disponibles a precios razonables. Aunque la prueba puede ser costosa si una mujer no tiene seguro o acceso a atención de la salud a precios que pueda pagar, algunas comunidades ofrecen pruebas gratuitas para las mujeres que no pueden pagarlas. El Servicio de información oncológica del Instituto Nacional del Cáncer (1-800-4-CANCER) puede ayudar a las mujeres a hallar pruebas gratuitas o de bajo costo en su área.


Las píldoras anticonceptivas y el riesgo de cáncer
Cáncer de cérvix

Hay alguna evidencia de que el uso prolongado de la píldora (10 años o más) puede estar relacionado con un riesgo mayor de cáncer de cérvix (la parte estrecha, más baja, del útero). Un análisis de 2003 por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer encontró un riesgo mayor de cáncer cervical por el uso de anticonceptivos orales que haya durado más. Los investigadores analizaron los datos de 28 estudios que incluyeron a 12.531 mujeres con cáncer cervical. Los datos sugieren que el riesgo de cáncer cervical puede disminuir después de que se dejan de usar los anticonceptivos orales. Sin embargo, se necesita más investigación para determinar qué tanto riesgo siguen teniendo estas mujeres después de haber dejado de usar los anticonceptivos orales.


Información general sobre el cáncer de cuello uterino

Puntos importantes de esta sección

El cáncer de cuello uterino es una enfermedad por la cual se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos del cuello uterino.
La infección por el virus del papiloma humano (VPH) es el principal factor de riesgo para contraer el cáncer de cuello uterino.
Generalmente no se presentan signos perceptibles de cáncer de cuello uterino temprano, pero puede detectarse temprano con exámenes anuales.
Los signos posibles de cáncer de cuello uterino incluyen sangrado vaginal y dolor pélvico.
Para detectar (encontrar) y diagnosticar el cáncer de cuello uterino, se utilizan pruebas que examinan el cuello uterino.
Ciertos factores afectan el pronóstico (posibilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento.
El cáncer de cuello uterino es una enfermedad por la cual se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos del cuello uterino.
El cuello uterino es el extremo inferior, estrecho del útero (el órgano hueco, en forma de pera donde se desarrolla el feto). El cuello uterino comunica el útero con la vagina (conducto del nacimiento).
El cáncer de cuello uterino generalmente se desarrolla lentamente con el paso del tiempo. Antes de que el cáncer aparezca en el cuello uterino, las células del cuello uterino atraviesan cambios llamados displasia, en los cuales las células que no son normales empiezan a aparecen en el tejido del cuello uterino. Luego, las células cancerosas comienzan a crecer y diseminarse más profundamente en el cuello uterino y las áreas cercanas.
El cáncer de cuello uterino es poco frecuente en los niños. Para más información, consultar el sumario de PDQ sobre los Cánceres poco comunes de la niñez.
La infección por el virus del papiloma humano (VPH) es el principal factor de riesgo para contraer el cáncer de cuello uterino.
La infección del cuello uterino por el virus del papiloma humano (VPH) es la causa más común del cáncer de cuello uterino. No obstante, no todas las mujeres con infección por el VPH padecerán de cáncer de cuello uterino. Las mujeres que generalmente no se someten a una prueba de Papanicolaou para detectar el VPH o células anormales en el cuello uterino tienen mayor riesgo de padecer de cáncer de cuello uterino.
Otros factores de riesgo posibles incluyen los siguientes:
Dar a luz a muchos niños.
Tener muchas parejas sexuales.
Mantener la primera relación sexual a una edad temprana.
Fumar cigarrillos.
Usar anticonceptivos orales ("la píldora").
Tener debilitado el sistema inmunitario.
Generalmente no se presentan signos perceptibles de cáncer de cuello uterino temprano, pero puede detectarse temprano con exámenes anuales.
El cáncer de cuello uterino puede no causar signos o síntomas perceptibles. Las mujeres deben someterse a exámenes anuales, incluso una prueba de Papanicolaou con el propósito de detectar células anormales en el cuello uterino. El pronóstico (posibilidad de recuperación) es mejor cuando el cáncer se encuentra temprano.

Los signos posibles de cáncer de cuello uterino incluyen sangrado vaginal y dolor pélvico.
Estos y otros síntomas pueden ser causados por el cáncer de cuello uterino. Otras afecciones pueden ocasionar los mismos síntomas. Debe consultarse con un médico si se presenta cualquiera de los siguientes problemas:
Sangrado vaginal.
Flujo vaginal inusual.
Dolor pélvico.
Dolor durante las relaciones sexuales.

domingo, 15 de marzo de 2009

sábado, 14 de marzo de 2009

Cáncer de útero



Otros nombres: Cáncer uterino
El útero o matriz es un órgano reproductor femenino importante. Es el lugar donde se desarrolla el bebé durante el embarazo. Existen muchos tipos de cáncer de útero. El tipo más común comienza en el endometrio, la membrana que recubre el útero. Este tipo de cáncer a veces se denomina cáncer del endometrio.
Los síntomas del cáncer uterino incluyen:
Hemorragia o secreción vaginal fuera de lo normal
Dificultades para orinar
Dolor pélvico
Dolor durante las relaciones sexuales
El cáncer uterino suele ocurrir después de la menopausia. La obesidad y la sustitución hormonal con estrógeno también aumentan el riesgo. El tratamiento varía dependiendo del estado general de su salud, del avance del cáncer y si las hormonas afectan su crecimiento. El tratamiento suele ser una histerectomía, que es una cirugía para extirpar el útero. Otras opciones incluyen la terapia hormonal y radioterapia.


El útero está integrado por tres partes: la pared muscular, el endometrio (revestimiento) y el cuello uterino (abertura). El cáncer del útero afecta adversamente al músculo y endometrio, y en algunos casos, al cuello uterino. Es importante estar al tanto de los factores de riesgo y las señales de advertencia. Si el cáncer se detecta y trata en sus primeras etapas, es posible curar tanto como a 9 mujeres de cada 10 afectadas por este cáncer.
Este folleto explicará:
Los factores de riesgo del cáncer uterino
Los síntomas
Los tratamientos
Si tiene cáncer endometrial, consulte con su médico. En la mayoría de los casos, el tratamiento de este tipo de cáncer es muy eficaz.


¿Qué es cáncer?
Por lo general, las células sanas que componen los tejidos crecen en tamaño, se reproducen y reemplazan regularmente. De esta manera el cuerpo se mantiene sano. A veces, algunas células se desarrollan anormalmente y comienzan a crecer y reproducirse fuera de control. Cuando esto sucede, se comienzan a formar masas o tumores. Los tumores pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos).
Los tumores malignos pueden invadir y destruir los tejidos y órganos cercanos a éstos. Las células cancerosas se pueden diseminar (o metastatizar) a otras partes del organismo y formar nuevos tumores.
El tipo más común de cáncer del útero se denomina cáncer endometrial (adenocarcinoma). Este tipo de cáncer puede presentarse cuando se forma en el revestimiento del útero. Los sarcomas son otro tipo de cáncer uterino. En este caso, el tumor canceroso se forma a partir de los músculos y otros tejidos. Aunque ocurre en raras ocasiones, este tipo de cáncer uterino es más agresivo que el adenocarcinoma y presenta distintos síntomas. Debido a que el cáncer endometrial es más común y sus síntomas son distintos a los del sarcoma, este folleto estará centrado en el cáncer endometrial.


¿Quién corre peligro de padecer cáncer endometrial?
El cáncer endometrial es el cáncer ginecológico más común en Estados Unidos. Aproximadamente 2 a 3 mujeres de cada 100 tendrá cáncer endometrial durante su vida.
El cáncer endometrial ocurre raras veces en mujeres menores de 40 años. La incidencia de este tipo de cáncer es mayor en las mujeres alrededor de los 60 años. Algunas mujeres son más propensas que otras (consulte el cuadro). Ciertos factores de riesgo pueden estar relacionados con el uso de estrógeno. El estrógeno es una hormona que se produce en los ovarios de la mujer. Es posible administrarla después de la menopausia cuando los ovarios de la mujer dejan de producir estrógeno (terapia hormonal). Si se toma solo, el estrógeno aumenta el riesgo de contraer cáncer endometrial, si la mujer todavía tiene útero. Cuando el estrógeno se administra junto con otra hormona, la progesterona, la mujer se protege contra este riesgo mayor.
Vías reproductoras de la mujer





El cáncer del útero afecta adversamente al músculo y endometrio, y en algunos casos, al cuello uterino.


Síntomas
La clave para detectar cáncer endometrial en sus primeras etapas es estar al tanto de los síntomas que produce. Ciertos síntomas, como sangrado fuera de lo normal, manchas de sangre o nuevas secreciones de la vagina, o sangrado o manchas de sangre después de la menopausia, están relacionados con el cáncer endometrial. Los síntomas pueden ocurrir de forma regular o intermitentemente. Su médico debe evaluar la causa del sangrado o secreción anormal, especialmente después de la menopausia.


Diagnóstico
No hay pruebas de detección para el cáncer endometrial en las mujeres que no presentan síntomas. No obstante, la mayoría de las mujeres que padecen cáncer endometrial presentan síntomas cuando el cáncer está en sus primeras etapas. Hay varios métodos que se usan para detectar la presencia de cáncer endometrial.
Biopsia del endometrio: prueba en la que se extrae y examina bajo un microscopio una pequeña cantidad de tejido del revestimiento del útero. Esta prueba por lo general es el primer paso para detectar la presencia de células anormales.
Ecografía transvaginal: prueba que emplea ondas sonoras para examinar el grosor del revestimiento del útero y el tamaño de este órgano.
Histeroscopia: procedimiento quirúrgico donde se usa un instrumento delgado que transmite una luz para ver dentro del útero o practicar cirugías.
Dilatación y raspado: procedimiento mediante el cual se abre el cuello uterino para raspar o aspirar levemente el interior del útero.
Para muchas mujeres, la prueba de Papanicolaou puede estar integrada con un examen médico regular, sin embargo, esta prueba no siempre detecta cáncer endometrial. De hecho, los resultados de la prueba de Papanicolaou de la mayoría de las mujeres con cáncer endometrial son normales. El cáncer endometrial puede diagnosticarse sólo mediante un examen del tejido del útero.


Tratamiento
El tipo de tratamiento que reciba depende de su estado de salud y su enfermedad. Consulte con su médico para determinar la mejor opción en su caso.
Cirugía







Durante este examen, se introduce un catéter (una sonda) en el útero a través de la vagina. Posterior a ello, se extrae por el catéter una pequeña cantidad de tejido del revestimiento del útero para examinarlo bajo un microscopio.
Si se detecta cáncer endometrial, por lo general se emplea un procedimiento quirúrgico para tratar la enfermedad y determinar si es necesario administrar tratamiento posterior. Durante la cirugía, se determina la fase de la enfermedad. La determinación de la fase le ayuda al médico a decidir el tipo de tratamiento que podría ser más eficaz. Las fases de cáncer varían de la I a la IV. La fase IV es la más avanzada. La fase del cáncer influye en el tratamiento y el desenlace.
La mayoría de las pacientes se someten a una histerectomía junto con una ovariosalpingectomía. Generalmente, estas cirugías se realizan a través del abdomen, aunque en raras ocasiones se hacen por la vagina. También pueden efectuarse con una laparoscopia. Aunque el cáncer se encuentre en el útero, los ovarios podrían extraerse ya que las mujeres con cáncer uterino corren un mayor riesgo de padecer cáncer ovárico. También se podrían extraer los ganglios linfáticos de la región pélvica para examinarlos y determinar si el cáncer se ha propagado.
Radiación
Factores de riesgo
Ciertos factores de riesgo aumentan la probabilidad de contraer cáncer uterino, por ejemplo:
Obesidad
Períodos menstruales irregulares
No haber tenido hijos
Infertilidad
Comienzo de periodos menstruales a temprana edad (antes de los 12 años)
Comienzo tardío de la menopausia
Antecedentes de cáncer ovárico o del colon
Uso de tamoxifeno para tratar o prevenir cáncer del seno
Antecedentes familiares de cáncer endometrial
Antecedentes de diabetes, hipertensión, enfermedades de la vesícula biliar o de la tiroides
Uso a largo plazo de estrógeno sin progesterona para tratar la menopausia
Uso a largo plazo de dosis altas de píldoras anticonceptivas
El hábito de fumar
Después de la cirugía puede realizarse terapia de radiación según la etapa de la enfermedad. Aunque es raro, algunas mujeres reciben tratamiento sólo con radiación. La radiación detiene el crecimiento de las células cancerosas exponiéndolas a rayos de alta energía. Por lo general, el tratamiento dura varias semanas y puede requerir visitas diarias a un centro especial.


Otros tratamientos
Otros tratamientos empleados son la quimioterapia o la terapia hormonal. Algunas mujeres reciben tratamiento con progestina, la versión sintética de la hormona progesterona. Este método de tratamiento puede emplearse en las siguientes situaciones si:
La cirugía no es una opción.
Las pruebas revelan que el cáncer se ha propagado o ha vuelto a aparecer después de la cirugía o radiación.
Se trata de una paciente joven que desea tener hijos en el futuro.


Después del tratamiento
Las mujeres que no reciben radiación deben acudir al médico cada 3 ó 4 meses durante 2 ó 3 años para asegurarse de que el tratamiento esté funcionando. Después de este período, deben acudir al médico dos veces al año. Es posible que las mujeres que reciben radiación puedan acudir con menos frecuencia al médico. Si la enfermedad se encuentra en la fase I, el 85–90% de las mujeres no presentan indicios de cáncer 5 años o más después del tratamiento. La probabilidad de cura disminuye cuando la enfermedad se encuentra más avanzada (en una fase mayor).


Por último...



Si tiene cáncer endometrial, consulte con su médico. En la mayoría de los casos, el tratamiento de este tipo de cáncer es muy eficaz. Su médico y las demás personas que participan en su atención médica pueden ayudarla a que mejore y se mantenga sana.


Glosario



Adenocarcinoma: cáncer que se forma en el tejido glandular, como el útero.
Fase: se refiere al tamaño de un tumor y el grado de propagación de la enfermedad (si lo hubiera).
Ganglios linfáticos: conjunto de tejidos que filtran el flujo de linfa (un líquido casi transparente que baña las células del cuerpo) por todo el cuerpo.
Histerectomía: extracción del útero.
Laparoscopia: procedimiento quirúrgico donde se usa un instrumento delgado que transmite una luz, el laparoscopio, para ver los órganos pélvicos o practicar una cirugía.
Menopausia: proceso en la vida de una mujer donde los ovarios dejan de funcionar y se detiene la menstruación.
Ovariosalpingectomía: extracción de los ovarios y las trompas de Falopio.
Prueba de Papanicolaou: prueba en que se toman células del cuello uterino y la vagina para examinarlas bajo un microscopio.
Terapia hormonal: tratamiento en el que se administra estrógeno, y a menudo progestina, para aliviar algunos de los síntomas que se producen debido a niveles reducidos de estas hormonas.
Tumor: masa o bulto compuesto de células.












viernes, 13 de marzo de 2009

utero

Cáncer de útero
Otros nombres: Cáncer uterino
El útero o matriz es un órgano reproductor femenino importante. Es el lugar donde se desarrolla el bebé durante el embarazo. Existen muchos tipos de cáncer de útero. El tipo más común comienza en el endometrio, la membrana que recubre el útero. Este tipo de cáncer a veces se denomina cáncer del endometrio.
Los síntomas del cáncer uterino incluyen:
Hemorragia o secreción vaginal fuera de lo normal
Dificultades para orinar
Dolor pélvico
Dolor durante las relaciones sexuales
El cáncer uterino suele ocurrir después de la menopausia. La obesidad y la sustitución hormonal con estrógeno también aumentan el riesgo. El tratamiento varía dependiendo del estado general de su salud, del avance del cáncer y si las hormonas afectan su crecimiento. El tratamiento suele ser una histerectomía, que es una cirugía para extirpar el útero. Otras opciones incluyen la terapia hormonal y radioterapia. Cáncer de útero
¿Qué es el cáncer de cuello uterino?
Cuando las células en un área del cuerpo crecen en forma anormal, puede desarrollarse cáncer. El cáncer de cuello uterino es el crecimiento celular anormal del cuello. El cuello es la parte inferior del útero o matriz.
El cáncer de cuello uterino es una enfermedad seria que puede amenazar la vida. Cuando una mujer se infecta con ciertos tipos de virus del papiloma humano (VPH) y no elimina la infección, pueden desarrollarse células anormales en el revestimiento del cuello.
Si no se descubren y tratan en una etapa temprana, estas células anormales pueden convertirse en células cervicales precancerosas que a su vez se convierten en cáncer. Esto puede tardar varios años, aunque en algunos casos puede suceder en un año. Comente con su médico acerca de la citología que puede ayudar a detectar cambios celulares sospechosos en el cuello antes de que se conviertan en cáncer.


¿Qué tan común es el cáncer de cuello uterino?
En todo el mundo, el cáncer de cuello uterino es el segundo cáncer más común en mujeres (después del cáncer de mama). La Organización Mundial de la Salud calcula que actualmente hay más de 2 millones de mujeres en el mundo que tienen cáncer de cuello uterino.Cada año, se diagnostican 490,000 nuevos casos de cáncer de cuello uterino. Eso es más de 1,350 casos nuevos por día.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, cerca de 650 mujeres en todo el mundo morirán diariamente de cáncer de cuello uterino. Por esta razón es importante que comente con su médico sobre la Citología que pueda ayudar a detectar cambios celulares sospechosos en el cuello antes de que se conviertan en cáncer.
El cáncer cervicouterino puede presentarse a cualquier edad en la vida de una mujer, comenzando en la adolescencia (aunque es poco común). Alrededor de la mitad de las mujeres diagnosticadas con cáncer de cuello uterino tienen entre 35 y 55 años de edad. Probablemente muchas de estas mujeres estuvieron expuestas al VPH durante su adolescencia y la segunda década de la vida.



¿Cómo se detecta el cáncer de cuello uterino?
La detección primaria de cáncer de cuello uterino se hace por medio de Una Citología, como parte de una exploración ginecológica (revisión) ayuda a detectar células anormales en el revestimiento del cuello antes de que puedan convertirse en células precancerosas o cáncer de cuello uterino. Los resultados de la Citología pueden ayudar a los médicos a decidir si es necesario realizar más(por ejemplo, una biopsia o prueba de ADN del VPH) o dar tratamiento.



¿Se puede tratar el cáncer de cuello uterino?
Al igual que otros cánceres, el cáncer de cuello uterino puede tratarse en diversas formas. Algunos aspectos que un médico considera antes de elegir un tratamiento incluyen :
El tamaño del cáncer y si se ha diseminado
La edad y salud general de la mujer
Preferencias de la paciente
Los 3 métodos de tratamiento de cáncer de cuello uterino son cirugía, radioterapia y quimioterapia. El tratamiento puede incluir 2 o más de estos métodos. El plan de tratamiento también incluye visitas específicas de seguimiento con el médico. Estas visitas de seguimiento pueden incluir radiografías, biopsias, pruebas de sangre y otras exploraciones.
Ya que las personas son únicas, cada persona responde al tratamiento de forma diferente. El tratamiento que es adecuado para una persona puede no serlo para alguien más. El médico revisará todos los riesgos y efectos colaterales de las mejores opciones para tratar cáncer de cuello uterino.



¿QUÉ PUEDO HACER PARA DISMINUIR LAS PROBABILIDADES DE PADECER CÁNCER DE CUELLO UTERINO?
La mejor forma de disminuir las probabilidades de cáncer de cuello uterino es la detección por medio del Papanicolau. Las células cervicales precancerosas (e incluso algunos cánceres) pueden tratarse exitosamente si se detectan en etapa temprana, antes de que puedan diseminarse. (1) Entre el 60% y 80% de las mujeres en EUA recién diagnosticadas con cáncer de cuello uterino invasivo no se habían realizado una Citología en los 5 años anteriores al diagnóstico y a muchas de ellas nunca se les había practicado uno.
Por lo tanto le recomendamos que siga las instrucciones de su médico sobre la Citología, que pueden ayudar a detectar cambios celulares sospechosos en el cuello antes de que se conviertan en cáncer. Su médico también le puede enseñar otras formas de disminuir las probabilidades de padecer cáncer de cuello uterino.El cáncer de cuello uterino pone en peligro la vida, pero usted puede reducir el riesgo de padecerlo. Conozca la relación entre el cáncer de cuello uterino y el virus del papiloma humano (VPH), verrugas genitales, células cervicales anormales, y otras consecuenciasen las otras secciones de este sitio. Para mayor información consulte a su médico.